La tercera fotografía de la serie de Hochhäusler dedicada a la bailarina Yerka Luksic. Sobre la parte más alta de un loma, presumiblemente cerca del mar en la quinta región de Chile, Hochhäusler fija una pose de Luksic en la que sus manos con forma de L proyectan su cuerpo hacia una inmaterialidad. Ella parece levitar producto del arte natural con el que el sol proyecta sus rayos alrededor de su cuerpo y a través de su vestuario. La pose recuerda los modos con que Mary Wigman fue fotografiada en el Monte Verita estudiando con Rudolf von Laban.