Se trata de una serie de 3 fotografías (001, 002 y 003) que Ignacio Hochhäusler le realizó a la bailarina Yerka Luksic, presumiblemente en la quinta región. Las fotografías, tomadas con el sol de frente y mediado por el cuerpo de la bailarina, generan una experiencia etérea a contraluz. Su rostro casi no se puede determinar, pero el vestuario es desplegado por la bailarina con un movimiento de brazos y pies al aire libre, sobre una loma.